He entrado en 'primaverosis' (la jodimos)
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Posted:Sep 20, 2013 1:55 am
Last Updated:Feb 23, 2014 11:17 am
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Buenas a todos, os comento:
El que suscribe tiene una peculiar 'dolencia' que se da todos los comienzos de primavera y otoño, que he dado en llamar 'primaverosis'.
De repente, y sin venir a cuento, mis hormonas se descorchan y mi apetito sexual va subiendo paulatinamente hasta niveles insospechados.
A lo largo de los años, he tenido que autogenerar técnicas para que no tener problemas (en estos días), porque cualquier estímulo lo suficientemente excitante puede desembocar en un deseo mayúsculo.
No hablo de provocación, no, os pongo un ejemplo:
- Una desconocida se sienta en una terraza en la mesa de al lado.
- Tiene un bonito pie que me resulta atractivo, y me comienzo a exaltar internamente (hasta aquí no hay demasiado problema, controlable).
- La poseedora del pie se da cuenta, me mira, y juguetea moviendolo sensualmente (ahí empieza a haber problema, porque mis hormonas saltan de 0 a 100 en 0,3 segundos).
Probablemente tan solo pretendiese 'coquetear', pero el resultado es que tengo una reacción excesiva, 'se me funden los plomos', y tengo que echar mano de todo mi poder de concentración para no hacer una tontería allí mismo.
Tengo pocos días al año asi, pero 'cuando me da, me da'.
Al final paga los 'platos rotos' quien debe (mi churri), pero es que cualquier dia de estos se me va a ir de las manos.
He tenido amigas bastante cercanas a las que he contado mi 'dolencia' y todas sin excepción (morbosas) han probado a tontear cuando tenía 'uno de estos días' (cabritas).
Lo bueno es que nunca ha llegado 'la sangre al río', ya sea por autocontrol, o porque me fui un rato de su lado temporalmente con cualquier excusa.
Asi que aquí me hayo, he entrado en estado de 'estulticia primaverosa' y me toca controlarme los próximos días. El problema es que con el paso de los años, cada vez es más cansado 
¿Os pasa a vosotros / vosotras también algo parecido?
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Batiendo marcas personales...
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Posted:Sep 18, 2013 3:08 am
Last Updated:Feb 23, 2014 11:20 am
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Como lo ois. Os comento:
Cuando conocí a mi pareja me dijo que no me preocupase si tardaba mucho en llegar al orgasmo, porque le era bastante costoso y no iba a ser problema de que lo estuviese haciendo mejor o peor.
A posteriori, comprobé que llegaba en un tiempo normal, y que además era multiorgásmica 'en cadena' (ha llegado a tener hasta 7 orgasmos en 2 minutos), y quedé perplejo.
Me aseguró que hasta entonces no había sido asi, y no puedo achacarlo a que sus anteriores parejas fuesen mejores o peores, porque le pasaba incluso con autoestimulación propia.
Anoche quedé anonadado. Estábamos mezclando besos lentos y hablandonos sugerentemente al oido, cuando mi mano se deslizó bajo su braguita hasta su 'templo'.
Se bajo las braguitas hasta las rodillas, me di la vuelta y mientras metía dos dedos de mi mano derecha en su boca, estimulé su sexo con la otra, siendo profuso en verter sobre el saliva continuamente, lo que me permitía masturbarlo a un ritmo indecentemente alto.
No tardó ni dos minutos en tener un primer orgasmo terrible y en proferir su ya habitual sonora carcajada.
Chupé su clitorix con relativa fuerza para eliminar todo rastro de saliva y volví a repetir la operación. Vertí saliva y lo masturbé vigorosamente...
Esta vez no aguantó ni un minuto ¿?¿? Me dejó anonadado.
Sinceramente, o bien se tocar sus 'teclas' y excitarla muy muy bien, o bien el ritmo de su organismo en cuanto a los estímulos desde que me conoce ha cambiado, porque no me lo explico.
Lo mejor: Después de tener una cara de preocupación y disgusto todo el día que ni os cuento, se le fijó una sonrisa en la cara que le duró hasta acostarnos para dormir.
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Tengo ganas de intentar emularlo...
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Posted:Sep 16, 2013 2:49 pm
Last Updated:Feb 23, 2014 11:21 am
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Curioseando el otro dia en una dirección que me refirieron encontré esta foto que me pareció muy sugerente.
Me encantaría organizar para mi pareja una sesión de estímulos basada en:
sonidos graves al oido,
soplos cálidos y frios en las zonas más sensibles,
caricias con las yemas de los dedos y roces suaves con las uñas,
magreos más vigorosos donde más la gusta  ,
viajes de mi boca besando, lamiendo y mordisqueando suavemente su piel,
etc... etc... etc...
Ha accedido gustosa y probando la posición no le resulta incómoda (ya sabéis, está de 5 meses y hay que cuidar esas cosas).
He pensado sustituir ciertos detalles:
usaré cintas lisas en lugar de cuerda (marcan menos e inmobilizan igual),
sustituiré el antifaz con un pañuelo de seda para ella, y añadiré máscaras de carnaval veneciano para ambos (a ella sobre el pañuelo).
Ya os contaré que tal nos va (seguro que risas va a haber 'un rato largo'  )
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Mi vena exhibicionista... (qué recuerdos)
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Posted:Sep 15, 2013 1:31 pm
Last Updated:Feb 23, 2014 11:23 am
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Un post que he leido de amanececonmigo72 acerca del morbo que le da vestirse delante de la ventana imaginando como un posible vecino voayeur la pueda estar mirando, me ha traido recuerdos:
Corría el año catapum, y yo tenía unos 24 años. Por aquel entonces yo pasaba casi todos los días del verano (no asi la noche) en mi ordenador 'vestido' tan solo con una mantita enrollada a mi cintura.
Mi mesa estaba frente a la ventana de mi habitación y solía tener los pies posados encima de ella mientras trasteaba con mi ordenador, asi que lo que debiera verse desde fuera en ella sería un 'mozo' aparentemente desnudo en su habitación.
Un dia me fije en mis vecinos de en frente, más concretamente en dos hermanas (una de unos 18 años y otra de 16 o asi), que 'fisgaban' tras las cortinas de su salón.
El hecho no hubiese sido notable si no se hubiese repetido 3 o 4 veces al dia, saliendo incluso a la terraza 'a ver la calle'  , y echar miradas de reojo hacia mi ventana (los escasos 20 metros que nos separaban no dejaban mucha duda acerca de ello).
Al principio, solo salía la hermana mayor, pero a los pocos días la menor fue alternandose a su hermana. Con en paso de los días, la ropa veraniega de las dos fue siendo menor, y sus miradas menos fugaces, aunque siempre dentro de una recatada discrección.
Dos semanas después eran asiduas a la terraza, e incluso salían las 2 a la vez a otear la calle echando todavía disimuladas miradas, y charlando entre ellas.
Me producía cierto morbo (que queréis que os diga), y yo por mi parte fui tomando poses que me hacían un tanto más 'visible', pero nunca en total desnudez.
Un día las miré fijamente en una de sus miradas furtivas y las sonreí, pero a esas edades, ya se sabe, su vergüenza pudo más y volvieron la cabeza como si no hubiesen visto nada para desaparecer dentro de su casa al poco tiempo.
Los dos días siguientes, tan solo notaba como las cortinas de la ventana de su salón, anexas a la terraza, se movían de vez en cuando, y seguía sintiendome observado.
La timidez inicial, se fue evaporando y volvieron a salir una o las dos a seguir mirandome cada vez con más interés.
Un dia su padre salió a la terraza a ver 'que coño' hacían sus hijas tanto tiempo en la terraza y se dió cuenta del porqué de su afición y las instó a entrar dentro de la casa
No sirvió de nada, porque aunque no volvieron a salir, las cortinas seguían moviendose de vez en cuando.
El verano acabó, y se cambiaron de piso ese mismo invierno con lo que la historia terminó, pero... entiendo perfectamente el morbo de sentirse observado disfrutandolo en mis propias carnes.
El caso es que pensando en ello, no creáis que no me atrae la idea de ir a un club donde puedes ser observado e incluso tocar, pero desgraciadamente a mi pareja no le atrae la idea lo más mínimo 
En fin, pilarín, solo quería dejar constancia de esta anécdota en particular que he recordado gracias al post leido.
Saludos, besos y abrazos a todos
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Mmmmmm.... despertares (domingo)
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Posted:Sep 15, 2013 12:51 am
Last Updated:Feb 23, 2014 11:25 am
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Ayer nos acostamos bastante cansados, tras una reunión familiar (más o menos anual) de todos los primos cercanos (unos 18 ).
Fue gratificante saber de primera mano 'como le va' a todo el mundo, reir con las ocurrencias y jugar con los los hijos/as de todos, peeeeero agotador (la edad no perdona).
Al volver a casita y vaguear un tanto hasta las tantas (puesto que el cansancio no conllevo 'sueño mortal' ), nos dedicamos unos arrumacos y besos de última hora. Tras eso, caimos en los brazos de Morfeo plácidamente.
Esta mañana nos hemos despertado en total mezcolanza: fusionado a tu espalda, con mi cara entre tu pelo, un brazo alrededor de tu cintura, un batiburrillo de piernas entrelazadas hacía de nosotros un solo alma.
Mi manía de despertarme hacia las 8, me acueste a la hora que me acueste (ayer a las 2 y pico), me proporciona la ventaja de despertar el primero y disfrutar de ciertas cosas que me encantan.
Poder deleitarme del agradable olor de tu pelo, la calidez de tu cuerpo y sobre todo la suavidad de tu piel, que merece mención aparte, se ha convertido en un ritual mañanero para mi:
Con mi mano libre (dada nuestra posición tumbados de lado), paseo las yemas de mis dedos por tu cuerpo, comenzando por el muslo viajando hacia tu cintura.
Paso la palma de la mano por tu vientre, noto su calidez y (ahora) su protuberante forma.
Deslizo la mano hasta el lateral de tu torso y subo hasta el hombro. Suele provocar reflejo en ti, me encanta notar las pequeñas protuberancias de tu piel erizandose y los pequeños escalofríos que hacen temblar tímidamente tu piel.
Sin ánimo de despertarte, bajo por el hombro a lo largo del brazo hasta entrelazar mi mano con la tuya.
Llegado a este punto hundo la cabeza en tu cuello y me deleito con su delicioso olor. Ha habido multitud de ocasiones en las que me he vuelto a dormir embriagado por el
Pero no ésta mañana, donde he podido disfrutar unos minutos hasta levantarme a preparar mi café matutino. Se que tu hoy hasta las 11, 'ni despegas pestaña', asi que lo único que he hecho ha sido poner una nueva cafetera y escribir este post mientras se hace.
Ahora volveré a la cama, y disfrutaré de nuevo hasta que te levantes.
Me encannnnnnnnnnnnnnta despertarme de este modo los domingos, ¿a vosotros no?
Besos bostezantes
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Saldando deudas...
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Posted:Sep 13, 2013 12:47 am
Last Updated:Feb 23, 2014 11:26 am
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Cuando vuelvo a casa te encuentro tumbada en el sofá. Te noto cansada y te saludo a mi estilo:
Me acerco a ti sin mediar palabra y te beso suavemente en los labios, intensificando el beso poco a poco hasta hacerlo más profundo.
Acabo y cuando me retiro veo tienes tus ojos cerrados y susurro a tu oido: 'Buenas tardes, cariño'.
Como de costumbre, me despojo de toda ropa y enrollo una manta ligera a mi cintura para andar cómodo por casa. El suelo está frio, pero es una bendición después de estar calzado todo el santo dia.
Voy a la cocina a preparar los cafés como de costumbre, pero no queda café hecho. Preparo una cafetera y la pongo al fuego (es de esas antiguas de aluminio).
Retorno ti y veo que tu cara anodina muestra que no tienes mucha gana de nada, y no te doy conversación. Pongo tus pies en mi regazo y los masajeo suavemente mientras vemos el televisor.
Al poco, torno el masaje más fuerte para relajar tus pies y cierras los ojos emitiendo esos 'mmmmmmm' de puro gusto que tanto me gusta oir.
Me levanto a quitar la cafetera del fuego y te echo un vistazo: permaneces quasi 'derretida' tumbada en el sofá.
Se me dibuja una sonrisa de aprobación en la cara.
Al rato vuelvo con los cafés y veo que te has sentado en el borde del sofá, flexionando las piernas y apoyando los pies en la mesita de café donde dejo lo que traigo.
Me clavas una mirada extraña, abres las piernas y veo tu sexo desnudo. Paseas la mano por tu muslo hasta el y lo tapas sensualmente con la palma.
Acero la mirada, arrugo la nariz y te sonrío. Me devuelves una sonrisa picarona y sonries dando suaves palmaditas sobre tu sexo depilado.
Ya sabemos lo que significa eso, e inmediatamente planeo algo.
Desenrrollo la manta en mi cintura y la pongo sobre tus piernas dejandote cubierta de cintura a pies, y digo con descaro:
'Hace frio cariño, tápate'
Yo me quedo como vine al mundo.
Bajo hasta el suelo y repto bajo la mesita apareciendo bajo la manta entre tus piernas. Oigo tu cantarina risita.
Doy un beso a cada cara interna de tus muslos, y lamo el derecho dirección hacia la mano con la que sigues cubriendo tu sexo.
Poso mis manos donde besé los muslos, y muerdo uno de los dedos de la mano que me estorba. La retiras posandola en mi coronilla.
Comienzo a besar suavemente, sin estridencias, los alrededores de tu sexo muy lennnnnnnntamente. Acaricias mi cabeza con la mano posada en ella.
Con la punta de mi lengua recorro tu sexo comenzando por la zona más externa. Noto al pasar la lengua que la suavidad de tu piel es muyyyy agradable (te acabas de depilar, pillina).
Voy cerrando paulatinamente las 'elipses' y llego al fin a tus labios vaginales que están aún bastante resecos. Ensalivo mi lengua y voy 'pintandolos' poco a poco con el cálido 'pigmento'.
Tus labios vaginales van tornandose resbaladizos pliegues y aumentan su tamaño, hinchándose poco a poco.
En este punto tu mano pasea en viajes de ida y vuelta de mi coronilla a la nuca. Cada vez que las puntas de tus dedos rozan mi nuca, una descarga eléctrica recorre mi espalda.
Cuando noto tus pliegues lo suficientemente enardecidos, los separo con mis labios a los lados, y estiro su piel para dejar la zona central indefensa a mi boca.
Los 'Mmmmmmmmm' al separar cada uno de ellos dignos de oirse.
Al fin, tengo tu sexo donde yo quería y comienzo lamiendo con la punta de la lengua la entrada a tu vagina en lentos círculos.
Bajo la manta, puedo oir perfectamente tu respiración.
De un modo deliberadamente lento, paseo la punta de la lengua por la 'via central' de tu sexo hasta el clítorix, y al llegar a el, lo rodeo varias veces hasta acabar dandole un 'campanazo' con la punta de la lengua de abajo a arriba.
En esta última acción, agarras mi pelo con fuerza unos instantes.
Repito el recorrido con la lengua plana ejerciendo más presión, y cuando llego a tu clítorix, lo aplasto con la lengua y lo amaso de arriba a abajo.
Tus 'mmmmm' aprobatorios se tornan pequeños gemidos en toda regla.
Permanezco el tiempo suficiente para que comiences a empujar mi cabeza contra tu sexo pidiendo más, pero te lo niego y sigo mi 'tortura' de estimulación lenta.
Cuando combinas la presa en mi pelo con un intento de forzar mi cabeza a profundizar sus caricias, se que estás preparada para lo que he ideado.
Abrazo tus muslos con mis brazos, fijandolos con mis manos. Poso suavemente los labios sobre tu clítorix y hago una 'pedorreta' haciendolos vibrar sobre el.
Inmediatamente la otra mano se une a su hermana y juntas intentan separar mi cabeza sin conseguirlo. Tus gemidos pasan a ser gritos ante el brutal estímulo.
Intensifico la vibración y tus manos van perdiendo fuerza hasta convertirse en intentos realmente tímidos.
Llegados a este punto, modero la vibración y tu sexo comienza a humedecerse rápidamente. Tus manos se aferran a mi pelo con fuerza ahora, mientras tus gemidos aumentan su volumen más y más.
Al rato, noto como tu cuerpo convulsiona y mi boca baja a lamer con rapidez la entrada de tu vagina. Recibo tu cálida, riquísima y muy fluida corrida en mi boca entre un coro de estentóreos gemidos.
Hago sobresalir mi cabeza fuera la manta a la altura de tu vientre y miro tu cara entre tus pechos. Te clavo una mirada maligna.
No sonries: tienes la carita enrojecida y tu respirar boqueante muestra tu esfuerzo por recuperarte.
Subo algo más y beso uno de tus pezones aún endurecido.
Me deslizo fuera de la manta, y me siento a tu lado tomando el café que se ha derramado en parte encima de la mesita, como si no hubiese pasado nada.
Permaneces en tu posición y ries con ganas. Te miro con cara de extrañeza (en plan Lord inglés, envarado), como si no supiese 'de que va la cosa'
Me encanta saldar deudas...
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Que delicia dormirse asi...
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Posted:Sep 12, 2013 12:37 am
Last Updated:Sep 16, 2013 12:22 am
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Anoche nuestro ánimo era pausado, de letargo y con más gana de laxitud que de estridencias.
Yacíamos tumbados en el sofá desnudos, cada uno con una mantita echada por encima (hacía un pelín de fresquito), en una postura poco habitual:
Estabas sentada con las piernas extendidas encima del sofá, con las mias encima de tus muslos (es un chaise-longue, nuestras posturas eran perpendiculares).
Para no dejar demasiado peso sobre ellos apoyaba los talones en el reposabrazos a tu derecha. Disfrutabamos ambos de la calidez del otro bajo las mantas.
Llegados a cierto punto revolviste las mantas con tus manos, desentrañando el laberinto que se había formado, hasta llegar a mi piel y comenzaste a acariciar uno de mis muslos.
Puse en mis brazos tras la cabeza acomodandola en ellos y te vi mirando atentamente el televisor, asi que hice lo propio.
Con el paso del tiempo tus caricias no se circunscribieron a mi muslo y fueron subiendo paulatinamente hasta llegar 'más arriba'.
Me dijiste: 'los tienes helados', en una referencia clara a mis testículos.
'Es normal cariño', respondí con una mueca picarona.
Dibujaste una sonrisa en tu cara que doy en llamar 'de medio lao' y comenzaste a masajearlos lentamente hasta transmitirles cierto calor.
Un efecto añadido fue que mi pene reaccionó tímidamente, tomando un poco más de volumen.
Al notar su pulso rozando tu mano (aún en su estado semi-flácido), sonreiste y comenzaste a acariciarlo con la punta de los dedos a modo de 'cucurucho'.
Sentí riquísimas sensaciones que desembocaron en un aumento notable de su tamaño.
Cuando conseguiste un mínimo de rigidez, hiciste de tu mirada un hilo y comenzaste a masturbarlo lennnnnnnntamente arriba y abajo, agarrandolo con firmeza con toda la mano.
Tus provocaciones relamiendote sensualmente consiguieron que poco a poco llegase al punto de máxima erección.
La lentitud del bamboleo, unida al roce de la manta en el glande cada vez que bajabas tu mano hasta el pubis, me producía un estímulo tan delicioso que comencé a sentir tenues espasmos emergiendo en el glande, que subian finalmente por la columna.
Cerré los ojos y me dejé llevar por el ritmo pausado y por las caricias de tu otra mano en el muslo.
Entre en tal estado de relajación que me fue invadiendo un sopor delicioso que me llevó a un estado de duermevela. Todo terminó desembocando en un apacible sueño.
No se cuanto tiempo continuaste, ni el punto en el que también caiste dormida, pero desperté con una de tus manos aún en mi pene y la otra apoyada en el muslo.
De lo que si estoy seguro es que el mejor modo en que me he dormido en toda mi vida. ¿A que podéis entenderlo?
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Cuando ruge el volcán (y sus llamas abrasan)...
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Posted:Sep 11, 2013 1:20 am
Last Updated:Sep 27, 2013 4:55 am
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Este post varia el tono sensible y erótico de los últimos, para reflejar otro de mis lados, más animal y primario (que cuando se desata, ¡arrea!)
Os escribo algo que aconteció la primavera pasada y no quise narrar en su momento para mantenerlo privado.
Ahora considero que ya puedo contarlo, no me alargo más, ahí va:
Te admiro al pasear desnuda por la casa tras ducharte. Te mueves de un lado a otro atareada, buscando algo que pareces no encontrar.
El suelo está algo frío esta tarde-noche y correteas de puntillas para no sentirlo en toda su magnitud a través de tus pies.
Verte de esta guisa enciende algo en mi interior: mi deseo se inflama.
En una de tus idas y venidas, corto tu paso agarrandote por la cintura. Tu cara refleja mezcla de enfado e interrogación.
Puedo leer en ella: '¿qué quieres ahora?, ¿no ves que tengo prisa?'
Con una mano atraigo tu cuerpo hacia mi por la cintura y con la otra agarro tu pelo algo húmedo aún y tiro de el para echar tu cabeza hacia atrás, suave, pero firmemente. Dejo tu rostro mirando al techo.
Apoyo tu espalda en la pared y te inmobilizo con el peso de mi cuerpo. Mi mano en la cintura pasa a taparte la boca con la palma.
Debido a tu posición, no percibes nada hasta que muerdo con relativa fuerza el nacimiento de tu cuello, donde comienza el trapecio.
Un grito de dolor se ahoga en tu taponada boca.
Golpeas mi espalda con las manos en actitud defensiva.
Para evitar más castigo, te volteo y pongo cara a la pared.
Abro tus piernas con las mias para limitar tus movimientos. Eso te fuerza a apoyar las manos en la pared a la altura de la cabeza para no perder el equilibrio.
Libero tu boca y oigo como emites pequeños gañidos debido al esfuerzo de tener la cabeza en esa posición forzada. Como aun así no pones objeción, me animo a seguir.
Te separo un tanto de la pared y doy mejor uso a mi mano libre, magreando groseramente tus pechos, reptando por el vientre hasta hundir tres de mis dedos entre los cálidos labios de tu sexo.
Te penetro con ellos hasta humedezcerlos y al sacarlos, froto toda la zona que circunda el clítorix en círculos lentos de presión moderada.
Tus piernas tiemblan por lo forzado de la posición de tu cuerpo.
Emites mezcla de gemidos y respiraciones pesadas: una delicia para mis oidos...
Cuando noto tu sexo humedecerse bastante, me agacho para tener mejor posición y lo penetro con mis dedos índice y corazón hasta hacerlos desaparecer en su interior.
Muevo tan solo las puntas de los dedos dentro, presionando las rugosidades de las paredes de tu vagina.
Los espasmos hacen que tus manos repten bajando paulatinamente por la pared hasta situarse a ambos lados de tu torso.
Cierras la boca de vez en cuando para tragar saliva.
Cuando lo haces, oigo tu respiración forzada salir a través de tus fosas nasales (mmmmmmmmm, que caliente me pongo).
Pego tu pecho contra la pared y mi mano sale de tu coño para tirar de tu cadera y hacerla sobresalir hacia fuera.
Lamo tu espalda a la altura del hombro y penetro de nuevo tu sexo con mis dedos esta vez desde atrás, con rítmo alegre.
Una mano mantiene la presa en tu pelo, y la otra aumenta el ritmo de 'penetración' progresivamente.
Cada embite de mi mano hace chapotear tu coño ahíto de humedad, y el sonido de la palma golpeteando tu zona perianal parece aplaudir cada embestida (ufffffff, que rico).
Acerco mi boca a tu oido y hago que oigas mi respiración agitada. Emito algún gruñido de satisfacción para que tu excitación suba enteros rápidamente.
Al poco me doy cuenta que ya no cierras la boca y dejas que un hilo de saliva se deslice poco a poco por tu mejilla.
Me viene a la mente la lava de un volcán en erupción.
Tus piernas comienzan a temblar y amenazan con dejar de sostener tu cuerpo. Un coro de pequeños gritos saturan el ambiente:
se te escapan lindezas del estilo 'cabrón', muchos 'sigue', y bastantes 'no pares' que me animan a aumentar el ritmo aún más.
Cierras los ojos y al rato tu cuerpo tiembla como poseido.
Mi mano en tu coño se encharca con el fruto de un esplendoroso orgasmo.
Suelto la presa en tu pelo y ya libre deslizas lentamente tu cuerpo pegado a la pared hasta llegar al suelo.
A duras penas te vuelves y te sientas apoyando la espalda en la pared. Pareces exhausta.
Me siento frente a ti y te miro con una sonrisa en la cara y mirada torva. Lamo mi mano húmeda de ti, provocándote.
Ladeo la cabeza, agrando mis ojos y pongo cara de niño bueno:
'yo no he sido'.
Te hace gracia y ries con fuerza. Me contagias y acabamos riendo juntos a carcajadas.
Sentados aún en el suelo, uno frente al otro, entrelazamos las piernas y acercamos nuestros cuerpos tirando de nuestros brazos.
Al acercarte, espero un beso íntimo, pero un destello en tu mirada me avisa justo a tiempo de evitar tu intento de mordisco.
Da comienzo una 'cruenta' batalla de risas y pellizcos entre ambos...
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Beso para interiores (o acumulando deudas)...
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Posted:Sep 10, 2013 1:21 am
Last Updated:Sep 21, 2013 12:03 pm
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Los juegos de miradas y caricias han despertado nuestro ánimo 'travieso'. Nos conocemos el tiempo suficiente como para saber cuando una situación desembocará en algo más.
El hecho de que tengas un compromiso anterior (has quedado para salir) hace que resistas tus impulsos más primarios y veo para mi desdicha como te dispones a arreglarte para irte.
Intento persuadirte mientras te cepillas el pelo en el baño.
Me situo tras de ti y beso tu nuca, rodeo tu cuello con un cálido collar de besos mientras giro tu cuerpo.
Provoco que cejes en tu labor, cierras los ojos y lo disfrutas.
Poso mi mano en tu cintura, te beso el cuello bajo la barbilla y subo hasta ella mordiéndola ligeramente.
Mis besos siguen su trayecto a través de la mejilla hasta tu oreja. Gimo suavemente a tu oido y mordisqueo el lóbulo. Se que eso te enciende en segundos.
El tímido ronroneo que sale de tu boca hace que me plantee si no retrasar un poco más tu salida. Tras un fugaz instante de duda, decido que un poco más de retraso no importará demasiado.
Muerdo tu cuello bajo la oreja y la mano en tu cintura atrae tu cuerpo hacia mi con fuerza. La otra despoja suavemente de tu mano el cepillo con el que arreglabas tu pelo, casi sin resistencia.
Sostengo tu cabeza con ambas manos, poniendo tu rostro frente a mi.
Clavo una mirada fogosa en tus ojos semicerrados.
Muerdo tu labio con cierta fuerza. Profieres una pequeña queja seguida de un gemido contenido. Noto como tus ojos se tornan un tanto más vidriosos y me dedican una mirada suplicante.
Beso tu boca con fuerza y arrebato progresivos 'luchando' con tu lengua, que acaba enredándose en la mia, respondiendo con la misma intensidad.
Un juego de sensaciones nos embarga y hace que el tiempo se ralentice mientras disfrutamos de la calidez de nuestras bocas.
Tras acabar ahíto de ti, acabo el beso dejando deslizar tu lengua entre mis labios mientras la chupo suavemente, hasta 'perder el contacto'. Mi boca se inunda del delicioso sabor de la tuya.
Al acabar, noto como un escalofrío recorre tu cuerpo. Espero que vuelvas a abrir los ojos y te devuelvo el cepillo. Cacheteo tu hermoso culo a modo de firma y me devuelves una mirada torva.
Creo que tras tu cita, vas a hacermelo pagar... y a buen seguro estaré encantado de saldar deudas
Mmmmmmm... me encanta saldar deudas, ¿a vosotros no?
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Ese brillo en tu mirada... (Historia de un beso)
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Posted:Sep 9, 2013 12:34 am
Last Updated:Sep 17, 2013 7:13 am
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Veo como te acercas a lo lejos con ese paso inconfundible: lento, firme, sensual, una delicia en movimiento.
Cuando casi has llegado, ladeas la cabeza y me regalas esa sonrisa que desarma y encandila.
Una sola palabra: ¿Vamos?, sale de tu boca y nos pone en movimiento.
Paso mi mano por tu cintura y tu deslizas la tuya en uno de mis bolsillos traseros.
Unidos, bajamos paseando tranquilamente por la calle que va a dar al íntimo café que conocemos.
Entramos y elegimos un apartado reservado y coqueto. Pedimos los cafés al diligente camarero.
Ni una sola palabra más cruza entre nosotros mientras nos clavamos la mirada.
Trato de desentrañar tu estado de ánimo a traves de tus ojos y veo arder una chispa contenida en sus profundidades.
Me acerco lentamente a tu oido y susurro:
"Cierra los ojos, espera, y sigueme cuando gustes"
Acto seguido, respiro cálidamente en tu oido y en mi mejilla noto como un pequeño temblor sacude tu cuello.
Lo beso y percibo como su piel se eriza al instante.
Poso mis labios por completo en tu cuello y mi lengua lame su deliciosa piel para poder catar su divino sabor.
Tu respiración se entrecorta un instante.
Retiro mi cara haciendo rozar mi mejilla contra la tuya, hasta que quedo frente a tu cara.
Veo que has aceptado el juego y tus ojos permanecen aún cerrados.
Beso tu pómulo con delicadeza, y te doy otro beso más en uno de tus párpados cerrados.
A continuación mis labios bajan rozando tu cara hasta llegar a la comisura de tu boca.
Tus labios se abren tímidamente dejando pasar tu respiración.
Atrapo tu labio inferior con los mios y lo chupo tirando suavemente de el.
Un minúsculo gemido escapa de tu boca cuando lo libero de golpe.
Beso el superior y poso mis labios por completo en los tuyos, ocultando mis planes.
La punta de mi lengua recorre el contorno de tus labios y siento su textura suave. Tu aliento cálido entra en mi boca mientras lo hago.
Al fin, dejas de lado tu 'sumisión' y la punta de tu lengua se une a la mia para jugar ambas en la frontera de nuestras bocas.
Ladeo mi cabeza y profundizo lenta y progresivamente el beso. Enredamos nuestras lenguas en un baile lento, suave, lleno de matices.
Cuando acabamos, abrimos los ojos y unimos nuestros labios en un casto beso de agradecimiento.
Puedo ver nítidamente la llama encendida en el interior de los tuyos.
Llegan los cafés y la tensión se disipa.
Cuando el camarero se va, tu risa cantarina aflora y veo como el ascua de tus ojos se torna destello de pura alegría.
Me encanta ese brillo en tu mirada...
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Dedicado a... (quién ya sabe)
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Posted:Sep 7, 2013 4:42 am
Last Updated:Oct 2, 2013 7:32 am
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He de decir que tras tu encantadora sonrisa, contagiosa simpatía y deliciosos pies, se esconde esa sensualidad atípica que atrapa los sentidos.
A ti, que en breves instantes encandilas, guerrera en las batallas más cruentas, mujer en toda la extensión de la palabra.
A ti, que has sabido resistir los embates de la vida, de no bajar los hombros y mirar hacia delante con una sonrisa por bandera.
Si, a ti, preciosa amazona: te envío mi sonrisa más amplia y mi beso más dulce.
Ha sido un placer haberte conocido y espero poder seguirlo haciendo.
(Reverencia por un ángel terreno)
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A mañana contenta, chistes que caen...
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Posted:Sep 5, 2013 2:35 am
Last Updated:Sep 24, 2013 9:59 am
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Buenas adultistas.
Esta mañana me he levantado con muy buen humor y me han caido en gracia tres chistes que me han contado. Paso a compartirlos con vosotros (a ver si os hacen tanta gracia como a mi):
Los dos primeros de entrevistas:
Entrevistador: Aquí apunta usted que sabe inglés.
Entrevistado: ¡Oui!
Entrevistador: ¡Pero eso es francés!
Entrevistado: ¡Apuntemelo también!
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Entrevistador: A ver, señorita. ¿Nivel de francés?
Entrevistada: Hasta que me dan arcadas...
Entrevistador: ¡¡¡Contratada!!!
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Y con este me he reido muchísimo.
En la consulta de un doctor:
Paciente: Doctor... ¿y cree usted que con este condón de lana se me curará la impotencia?
Doctor: No, pero le sudará la polla.
Feliz jueves a todos
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¿Seré adicto a ello?
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Posted:Aug 23, 2013 1:40 am
Last Updated:Sep 16, 2013 12:22 am
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Buenas,
La imposibilidad de tener sexo al uso con mi pareja por razones médicas en el embarazo (peligro de pérdida de líquido amniotico por 2ª vez), y la 'calentura' acumulada por ambos en el último mes, ha dado como resultado que hayamos buscado una salida a tanta presión acumulada.
Como os comenté hace poco, tuve 'sesión' de lo que más me gusta en este mundo (el cunnilingus), pero... lo que quería comentar es que no ha habido dia esta semana donde no haya tenido una sesión (sino 2).
Esto me lleva a la pregunta de si no seré adicto a la práctica.
El porqué de mi pregunta es que tras no ejercer otra práctica en toda la semana, ha llegado a satisfacer plenamente mi libido.
El tacto, el sabor, la calidez, los temblores, sus repentinos tirones de pelo y los intensos gemidos, es que me vuelven loco, ¡qué queréis que os diga!
Yo ya tenía noticia de que era una de las cosas que más me gustaba hacer, pero es que: ¡leches!, el que me colme del todo me deja perplejo.
Hay otras prácticas que incluyen arnés por su parte (miro a otro lado) que también me gustan bastante (la la la), pero no llegan a este grado de satisfacción, ni-de-le-jos.
De ahí mi pregunta:
¿Seré adicto (dicho mal y pronto) a comer coños?
¿Qué pensais vosotros?
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